Vino derramado
- Chema Sánchez
- 28 jul 2022
- 1 Min. de lectura
Eran notas de viejas guitarras
Poemas de leve estulticia
Días de tinta negra
Negra tinta sobre las sombras
Dormían los latidos entonces
Y como engranes roncaban
Los nombres y sus voces
Era maguey y era milpa
Era cielo de luna indescifrable
Vestidos de noche;
y de tinta y noche
Un cielo indescriptible
Corría una segunda velada
Y como riesgos absurdos
Velaban los enemigos
y los enamorados
Irguieron entonces las profecías
Secaron pues las lagunas
Nacieron nuevas búsquedas
Y se soñó con el reconcilio
de familias de otras vidas
Era una llegada honesta
Una llegada
anunciando finito retorno
V de vehemencia
Y el escape fallido de la psique
Moría poco a poco la jacaranda
Fuese así primavera o verano
Fuese así ruido o silencio
Era una luz tenue
Delicada, delicada
El liminal espacio
Entre abismos y viajes
Amanecían las aves verdes
Amanecían a la puesta
Del ocaso de Oaxaca
Eran días de foscos cabellos
Días de aromas y cigarros
Raros los días y las noches
De vino derramado
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