Un niño entendió una vez, que el tiempo terminaría
- Álvaro Luna
- 16 ago 2022
- 1 Min. de lectura
Estos ojos
cegados de mirada, perduran;
apenas inamovibles,
siquiera eternos.
Frágiles instantes
resuenan en el tiempo.
Estas horas que no cesan
yacen petrificadas
en el valle incierto de la memoria:
tenues efigies
perladas de olvido.
Estas distancias
corruptas de infinito
desnudan el luto asfixiante
de las lejanías.
Breves consciencias
(tímidas, asustadas, indefensas)
se hunden,
se pierden,
se marchitan,
se deshacen
en la negrura
incomprensible del espacio.
Comments