top of page
  • Foto del escritorÁlvaro Luna

Un niño entendió una vez, que el tiempo terminaría

Estos ojos

cegados de mirada, perduran;

apenas inamovibles,

siquiera eternos.

Frágiles instantes

resuenan en el tiempo.


Estas horas que no cesan

yacen petrificadas

en el valle incierto de la memoria:

tenues efigies

perladas de olvido.


Estas distancias

corruptas de infinito

desnudan el luto asfixiante

de las lejanías.

Breves consciencias

(tímidas, asustadas, indefensas)

se hunden,

se pierden,

se marchitan,

se deshacen

en la negrura

incomprensible del espacio.


30 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Komentarze


Publicar: Blog2_Post
bottom of page