Que la noche te abrace
Que no te maten
poco a poco las pastillas
Que no te rompa la mañana
Que no te duelan los años
Que no te alcance el tiempo
Que te lloren las flores
Que te extrañen las calles
Que te recuerde el aire
cuando tañe la ocarina
Que le faltes a los recuerdos
Que no te engañe la ira
Que no te queme el fuego
Que te sobren preguntas
Que te falten respuestas
Que juegue a las escondidas
contigo la muerte
Que te arrulle la luna
Que el sueño te encuentre
Que el olvido te olvide
Que aprendas a susurrar
canciones a la brisa
Que sepas que no volveré
a dejar la puerta cerrada
Que te bese la lluvia
Que te adornen los pasos
las luces dormidas
Que no dudes un segundo
hacerlo todo de nuevo
Que en la última hora
no sufras de amnesia
Que la vejez no te robe el nombre
Que no te atormenten
las campanas cuando suenen
Que no te taladre la pupila
esa blancura atemporal
esa habitación fría
Que no perdones
un solo atardecer de otoño
Que el murmuro de las olas
sea tu canción de cuna
Que no sean tus manos
las que se cansen del frío
Que no sea tu mirada
la que se apague
Que te crezcan alas
de hermoso plumaje
Que las nubes te sepan
a algodón de azúcar
Que llene tu tristeza, leve y flotante
un globo, un vuelo, una página
Que los fantasmas
te calienten con su abrazo
Que no te ahogue la niebla
Que tras la cortina te espere
la nada absoluta
Que no te mutile la consciencia.
Comments